Cat Street: el encuentro de los gatos

Estamos acostumbrados a que los shôjos, en general, traten como eje principal de la trama el amor. Con la saturación que existe sobre el amor y todo lo que lo rodea mangas como Cat Street aparecen cono una opción a tener muy en cuenta sin que esta rechace ninguno de los temas que rodean al género pero centrándose en otros aspectos que pueden atormentar al ser humano: el miedo a la soledad y al fracaso.

Keito Aoyama era famosa. Cuando era pequeña, era una de las actrices más conocidas del panorama, hasta que un terrible incidente la traumatizó y se apartó totalmente del resto del mundo. Ahora tiene 16 años y ha entrado en una escuela nueva, un instituto especializado en chicos con problemas de sociabilidad. ¿Conseguirá Keito recuperar la autoestima y convertirse en una chica feliz?

Cat Street es un manga creado por Yoko Kamio para la Betsuma de Shueisha. Fue lanzado en agosto del 2004 hasta octubre del 2007 siendo recopilada en 8 tomos. Es la siguiente obra de la autora tras la famosa Hana Yori Dango, su obra más conocida y larga.

La historia gira en torno a Keito, una joven de 16 años que tras fracasar por accidente como actriz de niña vivió encerrada durante varios años en su casa sin ir a la escuela. Está atormentada con su fracaso infantil y tiene miedo de relacionarse con el mundo por lo que vive ajena a la sociedad pensando que esta únicamente le puede hacer daño. Un día conoce al director de una escuela llamada El Liston donde a ella van jóvenes como Keito que por diversas circunstancias no han podido graduarse en la educación secundaria y tienen problemas personales diversos que les impiden ir a una escuela normal.


Allí conocerá a Rei, Koichi y Momiji, jóvenes que como ella no han sabido encajar en la sociedad japonesa y viven en la burbuja que les confiere El Liston. Aparte está Taiyo, antiguo compañero del colegio de Keito del que ella estaba enamorada y también impresionada por su alegría y de poder estar siempre rodeado de amigos.

A lo largo de la trama veremos como una Keito sin ganas de vivir, como un gato callejero, es capaz de tomar las riendas de su vida y aprender a disfrutar. Con la ayuda de sus nuevos amigos que tendrán que aprender a superar sus propias dificultades y ponerse en pie. Fundamentalmente es un manga de personajes donde el argumento es mínimo y sirve de hilo conector de los personajes. Yoko Kamio es capaz de retratar a una juventud insegura de sí misma, incapaz de afrontar el día a día de una sociedad japonesa en la que es muy difícil ser diferente al resto y agobiante, hasta tal punto que se llega a rechazar relacionarse. Los protagonistas cuentan con un excelente carisma que hace que les cojas cariño a todos. Se nota aquí que la autora tiene habilidad para construir buenos personajes y atractivos. Por desgracia no todos son iguales y el grado de complejidad varía. Mientras que Keito y Koichi son los mejor caracterizados y los que se encuenran con situaciones más dramáticas y complejas, Momiji y Rei cuentan con historias claramente más triviales. Los secundarios también saben hacerse querer con sus propios problemas que a veces confluyen con los de los protagonistas.

El dibujo es correcto y resultón. Soy de los que no les gusta el dibujo de la autora en Hana Dori Yango, pero en Cat Street vemos una renovación de su estilo con rasgos más estilizados y elegantes sin abandonar los esquemas del shôjo. Los escenarios brillan en general por su ausencia pero los que hay están bien trabajados y proporcionados. Sin duda es un dibujo que puede agradar a todos los aficionados sin resaltar las características de los shôjos que podría hacer huir a varios amantes del shônen.

Concluyendo, nos encontramos con un manga donde el amor es relegado a un segundo plano y se nos muestra como un grupo de gatos callejeros es capaz de madurar, abandonar sus temores y afrontar sus propios sueños. Con una evolución de los personajes muy acertada y una narración amena y correcta conoceremos los defectos de los seres humanos, desde la envidia hasta la venganza. Pero, sobre todo, las virtudes de las personas, que gracias a su esfuerzo y autosuperación son capaces de ver la luz, triunfar y gritarle al mundo que son uno más en esta sociedad.

7,50 sobre 10.