El décimo arte: hoy, The Legend of Zelda: Ocarina of Time

Hace unos pocos días Norma anunciaba que iba a traer los manga de The Legend of Zelda a España. Por esa razón he decidido cambiar ligeramente el plan de entradas de la sección para reseñar el que es para muchos el mejor Zelda creado. Y para otros, el mejor videojuego. Yo, simplemente, estoy de acuerdo con la primera parte. Introduzcámonos, pues, en el universo de esta obra maestra de Nintendo 64.

Sinopsis hecha por mí: Link es un habitante del bosque Kokiri que sueña siempre con dos jóvenes huyendo a caballo del castillo de Hyrule perseguidos por un hombre sobre un caballo negro. Es llamado por el árbol Deku, guardián de su pueblo, para explicarle el sentido de sus sueños y el mal que amenaza Hyrule. Tras superar el reto que le asigna le entrega una de las piedras espirituales y le encomienda la misión de buscar y alertar a la princesa Zelda. Cuando la encuentra ésta le habla de Ganondorf, líder de las Gerudo que se presenta ante el rey para jurarle lealtad. Al verle Link descubre que es la misma persona que perseguía en sus sueños a los dos jóvenes de los cuales una es la princesa.

Nos encontramos ante una obra creada y producida por Nintendo en 1998. Fue una de las grandes aclamaciones de ese año siendo el primer juego en llevarse un 40/40 en la revista Famitsu de Japón. También fue el juego más vendido de ese año.

El sistema de juego es sencillo, controlamos en tercera persona a Link y tenemos que explorar, hablar con los personajes (aunque Link nunca dice una palabra) y combatir. Contamos principalmente con la espada y un escudo, y secundariamente varias armas que se asignan a los botones C como un búmeran, un tirachinas etc. Destaca, cómo no, la Ocarina, instrumento de viento con el cual podemos tocar diversas canciones con efectos diversos tanto sobre los personajes como sobre los escenarios. El juego está estructurado por mazmorras, tenemos que ir superándolas para lograr los objetos que necesitamos para cumplir nuestra misión y seguir avanzando con nuevas armas. Aparte, el juego está dividido en dos, la primera parte donde somos Link niño y la segunda donde somos Link joven, cada uno con armas y habilidades exclusivas.

Los gráficos son maravillosos para la época que nos encontramos y la plataforma que es. Escenarios totalmente tridimensionales y amplísimos, personajes detallados y enemigos muy variados. Es un regalo a la vista a pesar del tiempo que ha pasado, ver pasar el tiempo también es una gozada.

El sonido. Uno de los mejores aspectos del juego. koji Kondo en uno de sus mejores trabajos. Melodías para recordar bellísimas, desde la intro hasta el tema principal de la campiña de Hyrule que estaremos oyendo todo el rato pero nunca nos cansaremos. Las melodías de la Ocarina ponen los pelos de punta, sobre todo, la canción del tiempo. Maravillosa BSO que querrás tener. Lástima que no se comercializase en España.


El argumento es una historia grandilocuente que a pesar de concentrar muchos tópicos el resultado final es excelente. Ante todo es un juego solitario, Link recorriendo las cavernas, templos... Pero los personajes que hay que interactuan con Link son todos totalmente carismáticos. A destacar Sheik, el más misterioso y el mejor caracterizado de todos. Uno de mis personajes favoritos del mundillo.

Finalmente podemos decir que nos encontramos con una de las joyas de la corona de Nintendo. A su favor juega una duración elevadísima con multitud de objetivos opcionales, una historia épica y una jugabilidad donde el mínimo detalle se tiene en cuenta. En contra tenemos la falta de traducción al castellano y poco más. Es un completo 10, los que no le hayáis dado nunca una oportunidad ayudad a Link a salvar Hyrule.

9,75 sobre 10.