The Legend of Zelda: Ocarina of Time: Cómo adaptar una obra maestra

Bueno, como todos habéis visto, Calla y Lee ha estado muchos días inactivo por culpa de nuestras obligaciones académicas (de Xavi y mías). Dando gracias a ios, yo ya he terminado y tengo mis merecidas vacaciones de Navidad por lo que el blog empezará a retomar un ritmo más periódico. Para retomar nada mejor que hacer una reseña de mi última serie terminada. Un manga que da mucho de qué hablar por venir de donde viene.

La esencia de las tres diosas que crearon el reino de Hyrule se concentra en la Trifuerza, una reliquia sagrada que puede conceder un deseo a aquel que reúna los tres fragmentos que la componen. Acompaña al joven Link en sus aventuras... Y descubre cómo se forjó la leyenda del héroe más grande de los videojuegos.

La verdad, soy incapaz de aislar el disfrute del manga de mis recuerdos vividos con el videojuego de Nintendo 64 por lo que mi opinión va a ser bastante sesgada. A pesar de ello voy a intentar ser lo más justo posible. No se puede concebir este manga de forma aislada. La historia del manga no tiene capacidad narrativa propia para contar una historia compleja. Si no que necesita nutrirse de la experiencia del lector con el videojuego oficial. En otras palabras, mientras estaba leyendo la serie tenía la sensación de que este sólo es una guarnición para dar más sabor al plato principal pero que si te lo tomas sin nada más resulta soso.

La historia es la del videojuego pero con una gran cantidad de licencias. Así a bote pronto resulta fiel al videojuego pero que en las ramificaciones se sale por la tangente dando algunos detalles extra que, sinceramente, hacen más mal que bien al tronco principal. Link sigue teniendo que parar los pies a Ganondorf, recorrer los templos y encontrar a la princesa Zelda, pero su forma de conseguirlo varía. Por lo pronto el templo de la sombra ha desaparecido y el resto se recorren en apenas cinco páginas. No puede resultar nada medianamente complejo de una adaptación de dos tomos sobre una trama que necesita, al menos, dos tomos más.

El dibujo es verdaderamente espectacular. Hay una riqueza de detalles impresionante y un trazo más que elegante. Esto es lo mejor del manga, que han escogido a una mangaka brillante a la hora de dibujar. Me quedaba mirando durante varios segundos las panorámicas que dibujaba de las distintas localizaciones. La capacidad de ponerte en situación la tenía, sólo faltaba compactar una trama que o no ha querido compactar o no le ha dejado Nintendo al poner ese límite de tomos.

En conclusión The Legend of Zelda: Ocarina of Time sólo es una vaga sombra proyectada de una historia y un carisma brillante. Sí, cuenta con un dibujo soberbio, con los personajes de siempre pero le falta garra, le falta ilusión y sobre todo le falta ambición. Es un recorrido por Hyrule muy ameno y entretenido pero que se olvida al cabo de unas pocas semanas. Y si no conoces Hyrule, sólo puedo suponer que la única sensación que te provocará es el aburrimiento. Que me corrijan, si acaso, los lectores que no han tenido el maravilloso placer de jugar al videojuego.

Por lo tanto, recomendar esta obra es difícil. Si has jugado al videojuego y eres muy fan seguro que lo disfrutarás en cierta medida y sabrás encontrar guiños que se entrelazarán con el juego y te provocarán alguna sonrisa o melancolía de las horas que le echaste en Nintendo 64 la primera vez que lo jugaste. Yo, ya sólo con eso, me doy por satisfecho.

6,75 sobre 10 (teniendo en cuenta haber jugado al videojuego).
4,5 sobre 10 (valorándolo sin la simbiosis con este).