Hablar por hablar: mi manga ideal

Tengo mis hobbies medio abandonados. Lo dije en la entrada anterior y lo repito. Por culpa de eso no tengo material nuevo para ir renovando algunas de las secciones, y tampoco tengo inspiración ni tiempo como para dedicarme a llenar esto de reseñas. Así pues, como no me da la gana dejar tirado el blog, toca darle un enfoque distinto. Pienso seguir hablando de lo que he hablado siempre (manga y tal), pero para poder seguir haciéndolo hay que empezar nuevas secciones para poder verlo desde puntos de vista distintos. Así nace Hablar por hablar. El título lo dice todo: no me centraré en algo concreto dando información e opiniones, sino que iré divagando (y quizá desvariando). Ya veremos qué sale.

En esta ocasión quisiera hablar de mi manga ideal, de cómo sería un manga creado por mí. Si buscas “ideal” en el diccionario hay varias acepciones. No me refiero a “Excelente, perfecto en su línea” -yo eso no podría hacerlo-, sino más bien a “Que no existe sino en el pensamiento”. Eso aliviará a quienes mejor me conozcan; saben que nada que haya salido de mi mente puede ser bueno.

El tema éste ha salido un poco al azar, así que ni yo mismo sé por dónde comenzar. Empezaré comentando qué cosas me gustan en un manga y así luego lo fusiono todo para crear algo original e innovador, y definitivamente molón.

Para que un manga mole tiene que tener combates. Los personajes tienen que tener armas chulas (no valen las típicas espadas o pistolas, tiene que ser algo original). Además, me gusta que haya violencia y sangre. Si hay ojos reventados o tripas esparcidas mejor.

Sin embargo, una serie donde todo son peleas sádicas tiende a ser superficial. Éste debería tener una historia profunda y elaborada, llena de crudeza, con dramáticos y sorprendentes giros argumentales, misterios a raudales y personajes con pasados oscuros.

Con tantos secretos y dramatismo, la serie se volvería demasiado seria, por lo que tiene que haber algo de humor. Los protagonistas tienen que ser carismáticos, y tiene que haber de vez en cuando algún toque absurdo para que el lector no se vea agobiado con tanta tensión por el suspense y la violencia.

Por supuesto, tiene que haber romanticismo. Y sexo. Mucho sexo. Eso vende. Además todo vale: entre chicos, entre chicas, con electrodomésticos y/o herramientas varias… Eso sí, todo eso tiene que formar parte de la historia, que no parezca que es fanservice omitible.

También estaría bien incluir ciencia-ficción, con viajes en el tiempo y esas cosas. O meter algún cyborg ultrapoderoso. Y tiene que quedar más o menos realista. Aunque eso en el fondo no importa mucho, puesto que también tiene que haber magia y fantasía.

Después de recopilar todas esas ideas he podido hacer lo que sería la sinopsis de la serie:

Tras el fallecimiento de su madre en extrañas circunstancias, la vida de Wright ha dado un giro. Sigue sin tener noticias de su padre, desaparecido tras obtener el primer puesto en el torneo de lucha nacional. A pesar de eso, Wright no se da por vencido, está decidido a cumplir su sueño: llegar a ser el mejor gigoló y conquistar el mundo con sus artes sexuales. Blandiendo su vibrador de combate y junto a su amiga de la infancia Rose, una hechicera de quien está enamorado en secreto, viajará por todo el globo luchando con proxenetas y mejorando sus habilidades con el fin de alcanzar sus metas. ¿Lo conseguirá? ¿Derrocará al actual rey gigoló, un cyborg superdotado *guiño guiño*? ¿Resolverá el misterio de la muerte de su madre? ¿Se reencontrará con su padre? Todos esos enigmas se resolverán en Wright The Fucker (WTF).

Me ha quedado chulo, yo creo que sería best seller. Ahora a esperar que lluevan ofertas de dibujantes y editoriales ansiosos por sacarlo cuanto antes.


P.D.: No me he fumado nada. Ni esnifado, ni inyectado. Soy así. Ya podéis meteros conmigo.