Historia de un Vecindario: el alcance de tus sueños

Inauguramos nuevo tipo de reseñas. De vez en cuando Xavi y yo comentaremos en el blog algún manga que nos haya sorprendido gratamente y que, por supuesto, lo hayamos leídos los dos. Esperamos poder analizar varios a lo largo del blog y que no se quede en algo meramente anecdótico. Para comenzar nada mejor que una de las obras más frescas de Ai Yazawa: Historia de un Vecindario.

Historia de un Vecindario (Gokinjo Monogatari) es un manga de Ai Yazawa publicado en la Ribon de Shueisha entre 1995 y 1997. Posteriormente fue publicada en 7 tankôbon y más adelante en 4 tomos kanzenban que ha sido la edición que nos ha llegado a nosotros de mano de Planeta. También cuenta con un anime de 50 episodios.

Mikako Kôda es una chica de 16 años que estudia moda en el instituto de arte Yazawa, junto a ella está Tsutomu Yamaguchi, su mejor amigo y vecino desde toda la vida que también estudia en el Instituo Yazawa. Tsutomu cuenta con un gran parecido con el cantante Ken Nakagawa lo que parece provocar el enfado de Mikako ante el interés por él de otras chicas. El sueño de Mikako es ser diseñadora profesional e intentará hacer todo lo posible para alcnzarlo mientras lidia con sus sentimientos hacia Tsutomu. Para avanzar deciden crear un grupo para vender sus propias creaciones en el mercadillo del instituto junto a sus amigos Yûsuke, Mariko, Risa, Jiro, Pii y Ayumi.

(Pablo) La trama de la serie es sencilla pero a la vez compleja en cuanto a sentimientos. Se trata de la historia de un grupo de amigos que estudian en el mismo instituto de arte y quieren destacar frente al mundo. Pero para ello tienen que chocar unos con otros y ahí radica la excelencia del manga. Por su capacidad de crear situaciones cotidianas mezclándolas con momentos verdaderamente dramáticos en los que no sabemos cómo van a actuar los personajes. Yazawa logra conmover al lector y que este piense que esté leyendo una historia real ya que el ritmo narrativo es envidiable.
(Xavi) La historia que se nos presenta en Historia de un Vecindario es sencillamente encantadora. Te metes de lleno en las vidas de los protagonistas, tanto en sus momentos alegres como en los más tristes. Ves como todo el mundo crece, madura, evoluciona. Como siempre, Yazawa nos muestra situaciones de la vida cotidiana pero no por ello menos interesantes. Este manga es capaz de atraparte en su costumbrismo con suma facilidad.

Gran parte de ese logro se debe a los personajes. Si en algo destaca la mangaka es en crear unos personajes caracterizados de forma muy humana sin resultar estereotipados o cargantes. Desde los protagonistas (Mikako y Tsutomu) hasta los secundarios más adultos, todos brillan y desprenden calidez, o tristeza. La frescura es tal que nos podemos llegar a ver identificados en parte con alguno de los personajes, aquí la autora ha hecho un trabajo maestro.
Es imposible quedarte indiferente ante los personajes de esta obra. Su personalidad y su forma de actuar te hacen pensar que estás presenciando algo real. Aunque a veces sus acciones pueden parecer contradictorias, te das cuenta de que es así como actúan las personas en realidad. A veces son predecibles, otras nos sorprenden. Yazawa es una artista a la hora de plasmar esa parte tan humana y verdadera en sus personajes. La única pega que le veo es que se han aprovechado poco algunos de los personajes que aparecen desde el principio.

El dibujo en Historia de un Vecindario ya perfila el estilo único de Ai Yazawa. Pero sin ser el trazo ya elegante y barroco que caracteriza a Parakiss o Nana. Caras que o te encantan o las odias con una variedad decente y cómo no, un gran repertorio de prendas de ropa y complementos característicos de la pasión de esta mujer por el diseño de moda. Sobresale también el uso que hace de los escenarios, que en los planos generales parecen fotografías distorsionadas adaptadas. El conjunto es brillante sin caer en la extravagancia que demuestra a veces en Nana.
Es increíble ver lo que puede llegar a transmitir un trazo en principio tan simple como el de Ai Yazawa. Destacan sobre todo las prendas que llevan los personajes, es difícil verles en dos capítulos distintos con la misma ropa. Personalmente creo que a veces es demasiado recargada en cuanto a complementos. Lo que sí me encantan son los fondos, llenos de realismo. Todo eso conforma un conjunto con el estilo inconfundible de Yazawa.

En conclusión nos encontramos con uno de los mejores shôjos que he tenido el placer de leer. Una trama muy amena que unida a unos personajes maravillosos nos enseñan unas cuantas lecciones sobre sentimientos tan humanos como el amor, el desamor, la soledad o el rechazo. Historia de un Vecindario es más de lo que se nos muestra a priori en este manga de la Ribon. Es la persecución de un sueño, un sueño muy humano y personal que conmoverá al lector por su magnífica caracterización.
Es un manga que se aleja de los típicos shôjos pastelosos llenos de niñatas insufribles. Todos podemos sentirnos identificados con sus personajes. La historia es sencilla y costumbrista. Los sentimientos se nos muestran de una forma muy natural. Nos enseña que pese que a veces tengamos que tomar decisiones difíciles, siempre hay que mirar hacia delante con valor y decisión, para así poder alcanzar nuestra meta en la vida, que no es ni más ni menos que la felicidad.

9 sobre 10.
9 sobre 10.